La marcha que este domingo encabezará en la capital poblana el gobernador Miguel Barbosa Huerta, en defensa de la Cuarta Transformación (4T) y en apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, deberá leerse en Morena -local y nacional- como la prueba matemática de que en Puebla nadie puede ganar una elección constitucional sin el respaldo del barbosismo. Ni la contienda por la Presidencia de la República, ni por la gubernatura, ni a ninguna otra posición, en 2024.
Hay muchas quejas respecto de la movilización.
Algunas bien argumentadas.
Otras inconsistentes.
Se trata de las críticas de siempre.
Pero la realidad es que la capacidad de movilización a una manifestación, como en este caso, es una demostración inequívoca de fuerza.
Porque esa capacidad, que solamente tiene el barbosismo en nuestro estado, luego puede reeditarse, con resultados exponenciales, en las urnas.
Quienes han descalificado la concentración internamente en Puebla en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como los grupos de las Vivanco, los Méndez y otros, es porque no tienen ellos la habilidad para replicar algo así.
El número de asistentes, por supuesto, será enorme.
Arriba de 50 mil, sin duda.
Muy por encima de los apenas 4 mil -según el conteo más generoso– que marcharon hace unas semanas en Puebla capital, para “defender” al Instituto Nacional Electoral (INE).
Aquéllos y aquéllas que terminaron arrebatándose el micrófono por su protagonismo.
El número, ¡claro que cuenta!
También los mensajes.
Como propuesta femenina, estará a la voz la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala.
El mensaje contundente, fuerte y amplio, será del gobernador Barbosa.
Es domingo, es día inhábil.
Aun así, deberán tener cuidado de respetar las formas, pero podrán asistir todos los funcionarios que quieran.
Por cierto, que hablando de funcionarios, la supuesta estructura que el sobrino de Manuel Bartlett, el delegado de la Secretaría de Bienestar, Rodrigo Abdala, iba a liderar, no ha servido de nada.
No podría ni organizar una fiesta de quinceaños.
La oposición al lopezobradorismo en el estado ha lanzado tenues críticas.
Es su papel.
No se puede esperar menos.
Al contrario, se debería haber esperado más.
La marcha del domingo, del Reloj del Gallito al Zócalo, hay que recordar, fue idea y propuesta original de Miguel Barbosa.
Luego la retomó el Presidente López Obrador.
Ésta tiene otros elementos importantes.
Puebla y Barbosa destacan como el estado y el gobernador más andresmanuelista -así prefiere llamarle el gobernador al movimiento– del país.
El mandatario poblano ha sido, junto con Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, los únicos de los 23 mandatarios lopezobradoristas que, con consistencia, dan la cara por Andrés Manuel.
El resto tiene los reflejos muy lentos en materia política.
Las bancadas en el Congreso de la Unión tampoco se suben al debate con la oposición.
No hay defensa parlamentaria para el Presidente.
Este domingo, en Puebla, en las calles, sí la habrá.
En ésta, el tamaño sí importa.
Las lecturas también deberán ser contundentes, en la ruta a 2024.