Germán Campos Ramos
Tlachichuca, Tepatlaxco y San Nicolás de Los Ranchos concentran la mayoría de los 256 fuegos forestales documentados desde enero.
El registro es del Centro Estatal de Manejo del Fuego, cifra que se aproxima a los 320 reportados en 2022 por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y 345 de 2023.
No obstante, el Centro Estatal de Manejo del Fuego reportó hasta el 15 de abril siete mil hectáreas con daños, principalmente en Tlachichuca con 43 incendios, Tepatlaxco con 23 y 14 en San Nicolás de los Ranchos.
Guillermina López Corral, responsable de Acción Ambiental de la Ibero Puebla, indica que es evidente que los daños deben dimensionarse con total seriedad, pues pasarán incluso décadas para que las zonas afectadas luzcan de manera similar, “son árboles nativos de los ecosistemas, otros reforestados por el aprovechamiento de la madera; más demanda, más tala”.
Por otra parte, explicó: “Llegamos al día de la tierra, hoy, con problemas serios de contaminación, coincide con la época de estiaje, que no llueve mucho, hay quema de pastizales, es muy fácil por tema de tradición de épocas ancestrales de los Mexicas, quemar para sembrar, eso se ha quedado y eso genera emisiones de dióxido de carbono”.
Otro factor, refirió la especialista, citando a comuneros, pueden ser situaciones accidentales por carecer de las habilidades necesarias para realizar las quemas, mismas que los rebasan.
Explicó que otro factor es la ilegalidad, “acciones con otro tipo de intenciones para provocar tala, que no esté del todo regulada”, por ejemplo.