Claudia Espinoza
El dengue se convirtió en la enfermedad que más se ha atendido en las unidades de la Secretaría de Salud en el primer semestre del año.
Fueron contabilizados 996 casos, de los que 137 fueron valorados como graves,
Esto lo indica un análisis realizado por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim).
Se refiere sólo a los niveles de atención en el servicio de clínicas y hospitales dependientes del gobierno estatal.
En el mismo periodo pero del año pasado, los casos graves, que requirieron hospitalización por esta enfermedad fueron sólo cinco.
Con diagnóstico de no graves fueron otros 45.
La institución estudió el comportamiento de los 140 padecimientos que, según los registros de la dependencia, son los que más han padecido los poblanos y que han requerido la atención en las unidades de Salud.
Además del dengue, hay 94 enfermedades que registraron aumento en el número de personas que requirieron de atención médica.
Tal es el caso de la detección de tumores malignos como el de mamá que en el mismo periodo del año pasado contabilizó 61 casos y en este 2023 fueron 167.
Este aumento casi al triple tiene una hipótesis: incremento de autodiagnóstico y de realización de mastografías, por las campañas de octubre.
Otro de los tipos de tumores que registró un aumento fue el de próstata.
El año pasado, en los primeros seis meses, no se detectó ninguno y en este año ya van 51 casos documentados.
El organismo explica que en este año, las actividades ya son normales en su totalidad y por ello muchas personas realizaron los exámenes médicos que no habían hecho por la pandemia de COVID-19.
También se dio a conocer que los casos de COVID-19 registrados en este año fueron menores a los del 2022 pues de 89 mil 870 que ya se tenían contabilizados en el primer semestre ahora sólo hay registros de 35 mil 946.
El Igavim mencionó que uno de los puntos a los cuales se le debe prestar atención es a la atención psicológica.
Ello, en relación con las lesiones que requirieron atención médica: se registraron siete casos de lesiones por estrangulamiento, dos por arma de fuego y 22 por objeto cortante cuando el año pasado no hubo ninguno.