Fue una ejecución.
Los policías municipales de Tecamachalco que acribillaron con tiros en la cabeza a tres agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado de Puebla sabían ante quiénes estaban.
No fue una confusión.
No imaginaron que estaban frente a probables delincuentes.
No fueron disparos casuales los que soltaron.
No buscaron amedrentarlos.
Simple y sencillamente los ejecutaron.
Los únicos delincuentes fueron los uniformados que asesinaron a los agentes investigadores.
Cuánto cinismo proyectado en ese acto brutal.
El propio gobernador Miguel Barbosa Huerta dijo que fue una ejecución.
Y se basó en información proveniente de investigaciones sólidas.
Durante el acto en que fueron homenajeados los agentes, el gobernador hizo algunas reflexiones que llaman la atención.
Vea el hipócrita lector:
“Se trató de una ejecución. El uso de la fuerza no puede ser llevado a los extremos de hacer perder la vida a una contraparte. Pero en este caso, no eran contraparte: eran parte de las instituciones comprometidas en mantener la seguridad pública y la investigación de delitos en Tecamachalco.
“(…) No podremos darles la cara y pedirles mayor entrega a las fuerzas del orden si no se determinan las responsabilidades derivadas de los hechos ocurridos este viernes por la noche.
“(…) No vamos a caer en esas derivaciones de la intriga y de las estrategias exculpatorias”.
¿Qué estaban investigando los tres agentes ministeriales que puso tan nerviosos a los policías?
¿Qué oscuros hilos estaban por encontrar?
¿Quién ordenó la ejecución?
Ufff.
Todo esto apesta mal.
Muy mal.
Hace algunas semanas, Sandra Neli Cadena, diputada local suplente de Morena, fue detenida junto con su esposo en posesión de armas y granadas de uso exclusivo del ejército.
¿Las investigaciones de los agentes asesinados tenían que ver con estos personajes?
No lo dude el lector.
Por eso suena tan rara la “estrategia exculpatoria” que varios actores ligados al alcalde Ignacio Mier Bañuelos han asumido.
Él mismo habló de que los hechos se suscitaron por una confusión y la falta de coordinación entre las fuerzas.
Algo es cierto: la relación ya de por sí crispada entre el gobernador y el diputado federal Ignacio Mier Velazco ya entró en otra carretera en la que abundan los baches, los topes y la falta de alumbrado.
¿Quién pompó desplegado, quién pompó? Este lunes, el periodista Rodolfo Ruiz, director de e-consulta, publicará un desplegado en Reforma y El Universal.
Ahí denunciará que el gobernador Barbosa no genera condiciones para la libertad de expresión y otras lindezas.
Tiene el apoyo de la organización Artículo 19, la cual recibe dinero del Departamento de Estado de Estados Unidos —lo dice el presidente López Obrador— y buscó hasta hace poco boicotear la aprobación de la denominada Ley Olimpia.
El argumento esgrimido es que con dicha legislación quedaba inhibida la libertad de expresión de los delincuentes que suelen publicar en las redes videos sexuales sin el consentimiento de las víctimas.
Bonito acompañante eligió Ruiz para su cruzada.
Hay que decir que el periodista trabajó para el entonces candidato Miguel Barbosa Huerta en su campaña de 2018.
Y recibió un sueldo por ellos.
En la campaña de 2019, pidió un incremento pero no se lo dieron.
Entonces se puso a trabajarle al candidato del PAN, Enrique Cárdenas, como revancha.
La duda mata:
¿Quién pagará el millón de pesos que costará la publicación del desplegado en los dos diarios nacionales?
El Discurso del Magistrado. En la ceremonia del 5 de mayo de 2021, el orador del acto fue el magistrado Héctor Sánchez Sánchez.
Seis meses después, volvió a ser el orador en la ceremonia del 20 de noviembre.
No es gratuito este hecho.
Menos ahora que varios despistados aseguraron que su cargo como presidente del Tribunal Superior de Justicia sería ocupado por otro personaje.
Unas líneas llaman la atención de su discurso del sábado:
“No nos debe ser ajeno a quienes hoy estamos en el servicio público que debemos revolucionar la forma de cumplir con la Constitución y de cumplirle a la gente.
“Desde luego aún hay a quienes le interesa mantener el estado de las cosas como hasta hace poco tiempo las conocíamos.
“Pero no debemos olvidar que la desigualdad en cualquier terreno es producto de la injusticia y genera sufrimiento. La seguridad y la justicia no son negociables”.
A varios les queda el traje de la impunidad.
Yo pienso en varios nombres que por falta de espacio publicaré en otra columna.