Empiezo por el final.
Rodolfo Aragón Mijangos anda prometiendo jugosos contratos en la Subsecretaría de Gobernación que dejó vacante Ardelio Vargas Fosado.
Y es que jura que será quien llegue a cubrir ese espacio.
¿Le creemos?
Yo, en lo particular, no le creo.
Aragón Mijangos fue abogado —durante el litigio por las hectáreas de Valle Fantástico— del empresario Ricardo Henaine.
Durante esa trama, quien esto escribe reveló que carecía de la cédula profesional necesaria para litigar.
Con el tiempo la obtuvo, pero en su momento firmó como si la tuviera.
El tiempo pasó.
Las flores de las jacarandas cayeron una y otra vez.
Los cambios de los distintos gobiernos se sucedieron con la velocidad de Manuel Bartlett.
Y en ese contexto, Aragón Mijangos fue llamado por su compañero de carrera en la Universidad Iberoamericana, Gonzalo Castillo, a trabajar como abogado externo en la Sindicatura de Puebla.
En efecto: hablamos de que este héroe anónimo trabajó diversos asuntos para Claudia Rivera Vivanco, ex alcaldesa de triste memoria que jura ser la representante del presidente López Obrador en Puebla.
(Hasta hoy ignorábamos que hubiera embajadas en los estados de la República, o cuando menos consulados, por lo que la señora Rivera miente soberanamente a quienes les ha dicho lo anterior. Suman decenas).
En noviembre de 2020, el periódico Exclusivas Puebla publicó documentos que prueban que, pese a contar con los suficientes abogados en la Sindicatura, el titular de este órgano contrató, entre otros, los servicios de su compañero de banca.
¿Por qué lo hizo?
Porque se le dio la gana.
(A este ex síndico se le dieron la gana muchas cosas. Entre otras, además de contratar a Aragón, se le dio la gana hostigar a sus empleadas, igual que el tristemente célebre Andrés García Viveros).
Exclusivas Puebla publicó un fragmento del contrato firmado por Rodolfo Aragón Mijangos por un millón 999 mil 999 pesos.
El mismo fue por adjudicación directa y tuvo como objeto lo siguiente:
“Asesoría, consultoría, análisis, seguimiento, trámite y defensa legal, especializadas para la toma de decisiones por parte de la Sindicatura Municipal del ayuntamiento de Puebla, en los que tiene conocimiento la dirección general Jurídica y de lo Contencioso, así como también, comparecer o intervenir en juicios de materia civil, Amparos, Administrativos y Agrarios que por su naturaleza sean considerados como asuntos de alto impacto para la presente administración”.
La fina prosa y la fina puntuación se debe a la pluma analfabeta del ex síndico municipal.
En las últimas semanas, Aragón empezó a decir en todas las mesas que ya está amarrada su Subsecretaria de Gobernación en la administración de Miguel Barbosa Huerta.
Pero los días pasan, y eso no sucede.
En tanto, le anda prometiendo contratos a todo mundo.
Sobra decir que ha habido incautos que le creyeron.
Ignoramos qué le dieron a cambio de ese futuro imposible.
¿O cree el hipócrita lector que un ex abogado de Claudia tendría cabida en el gobierno del estado?
Imposible.
Sólo que las cosas en el mundo se movieran en el estilo y la velocidad de Manuel Bartlett, por ejemplo.