Hace unas semanas, un empresario inmobiliario español conversó varios minutos con una socialité poblana.
—Joder, tía, ustedes los poblanos sí que saben vivir.
—¿Por qué lo dices?
—¡Pues porque un poblano acaba de comprar un ático duplex con terraza en la zona más exclusiva de Madrid!
Esa zona no podía ser otra más que el distrito de Salamanca.
En el diario español El Mundo lo describen así:
“Aunque mantienen su aire señorial, las viviendas del siglo XXI del distrito de Salamanca son hoy pura inspiración vanguardista. Metros diáfanos inundados de luz, cocinas de última generación, zonas wellness, soláriums top con vistas insuperables… El lujo que llevan en el ADN, valor seguro, atrae a inversores de todo el mundo de bolsillos abultados”.
Uno de esos bolsillos abultados lo tiene el poblano que decidió irse a vivir a Madrid en septiembre pasado.
La única duda que mata es cuál es exactamente su morada actual.
Digamos que vive con su hermosa pareja en un edificio de 1932 ubicado en el 11 de Marqués de Salamanca, que ha sido rehabilitado totalmente.
Los dos áticos dúplex que hay ahí incluyen terraza, solárium y piscina privada.
La empresa Colliers cotiza cada vivienda en 5 millones de euros.
Y añade datos: “Como plus, el complejo cuenta con un moderno gimnasio y piscina comunitarios, un wellness center y amenities ‘inspirados en los mejores hoteles’ (reservas de restaurantes, compras de entradas)…”.
Otra opción está en el 67 de la calle Hermosilla: ahí los áticos tiene una variedad de acabados de alta calidad que incluyen suelos de madera natural, cocinas de lujo de SieMatic o pavimentos de Porcelanosa.
La promoción incluye zona wellness —spa con piscina de cloración salina, sauna, tumbonas calefactadas— y gimnasio, además de solárium con piscina, área de playa y barbacoa en la cubierta del edificio.
Su precio —muy modesto— anda entre los 880 mil euros y los 2 millones 650 mil.
Una bagatela.
Otra opción: un centenario edificio de estilo toledano ubicado en el número 9 de General Oráa conocido como la Casa-Palacio del Conde de Cedillo.
El gran Valle-Inclán vivió ahí y escribió Luces de Bohemia y Tirano Banderas.
El plus de este palacete es que en uno de los áticos cuenta con una de las mayores terrazas de Madrid: 470 metros cuadrados en 360 grados desde donde se puede ver brutalmente toda la ciudad.
Hay tres pisos de tres dormitorios de 344 metros cuadrados cada uno y áticos de cinco dormitorios de 734 metros cuadros.
Sus precios oscilan entre los 3 millones 200 mil euros y los 9 millones 100 mil euros.
Una opción más está en el número 11 de Claudio Coello.
Este edificio de principios del siglo XX, ya rehabilitado, posee elementos propios de la arquitectura de la época, como el mármol blanco o los barrotes de forja, conjugándolos con materiales nobles de hoy.
En la restauración también se ha recuperado el antiguo patio de manzana, dándole un uso lúdico: gimnasio, sauna, zonas ajardinadas y piscina exterior.
Otra bagatela cuyos áticos rondan los 2 millones 800 mil euros.
Cuando el exilio es forzado, duele.
Un poco, pero duele.
Cuando el exilio se ubica en el barrio de Salamanca, en Madrid, deja de doler pronto.
Los restaurantes de lujo que hay por ahí curan cualquier dolor del alma.
Si a los exiliados les gusta la comida vasca, tienen como alternativa La Paloma, ubicado en la célebre calle de Jorge Juan.
Si les gusta la comida mediterránea, qué mejor que La Descarada, en Ortega y Gasset.
¿O qué tal el Ramón Freixa, en la calle Claudio Coello?
Y para que las pobres almas no extrañen la aldea, una visita a Serrano—auténtica zona high street— resuelve todo.
Ahí están Carolina Herrera, Versace, Zegna, Prada, Manolo Blahnik, Louis Vuitton, Cartier…
Ah, y no extraño toparse con algunos vecinos de la zona como Penélope Cruz y Javier Bardem.
¡Viva el exilio, coño!
(Siempre y cuando sea en el distrito de Salamanca).