El empresario Javier Sordo Madaleno —uno de los dueños visibles del centro comercial Angelópolis— es un peso pesado con vínculos importantes tanto con Manuel Bartlett como con Miguel Ángel Mancera.
Esa cercanía lo mantiene blindado y hasta intocable.
Vea el hipócrita lector:
En 2017 este personaje estaba por inaugurar ARTZ Pedregal: un conjunto de arquitectura contemporánea que prometía ser un ícono del sur de la Ciudad de México.
Pero llegó julio de 2018.
Y con esta fecha, el colapso de la plaza comercial.
Y aunque no hubo lesionados, la histeria se apoderó de muchos.
Y es que una parte de la estructura —hecha con metal, madera y otros materiales— se vino abajo.
La gran obra de Sordo Madaleno —calificada de pretenciosa por muchos— manchó su traje blanco.
Al principio, el gobierno de la Ciudad de México se le fue encima, hasta que el hoy senador Mancera entró al rescate.
No hubo ni una amonestación para el empresario.
Nada.
Ni una mosca que lo incomodara.
La brutal sanción que merecía no llegó jamás.
Todo esto viene a cuento porque Sordo Madaleno busca ahora cobrarles 18 meses a quienes rentan locales en Angelópolis.
La historia es ésta:
Tras el inicio de la pandemia por el coronavirus, los negocios tuvieron que cerrar.
Un decreto del gobierno obligó a todos.
Tras 18 meses, empezó la reapertura.
Entonces apareció la codicia de este personaje.
Quien quiera abrir —les dijo— tendrá que pagar los 18 meses de alquiler.
Irritados, sus clientes buscaron una negociación, pues el obligado cierre les hizo perder dinero.
Pero Sordo se mantuvo fiel a su apellido.
Y esa sordera total no da pie a ninguna negociación.
Es la vida real en esta Puebla levítica.
La Banda de Zacapoaxtla
El operador de Paulo Rodríguez Cantellano —notario 1 de Tepeaca en caída libre— se apellida Caraxiolo.
Él es quien opera en la notaría 1 de Zacapoaxtla, donde se refugiaron Margarita Mena Caritá y el citado Rodríguez Cantellano.
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?, diría la notaria titular, María de los Ángeles Cabrera Ricart.
Y es que todos estos personajes se han apersonado ahí para hacer jugosos negocios.
Los que saben hacer.
Hay que decir que Cabrera Ricart tiene muchos intereses en la vida, salvo la notaría que le dejó su padre al morir.
Asumió la titularidad con un gran bostezo.
Y desde entonces se maneja así: entre la abulia absoluta y el bostezo abierto.
Por eso es que el notario 1 de Tepeaca —en receso involuntario— y Mena Caritá se han adueñado de ese espacio.
Caraxiolo opera con singular grosería.
Su reputación lo precede.
Primero trabajó con Jorge Verduzco, titular de la Notaría 3 de Tecamachalco, quien terminó echándolo.
Luego se refugió en la notaría de Marco Antonio Cué: la 54 de la ciudad de Puebla.
También de ahí salió terriblemente mal.
Es la historia de su vida.
Hoy, amancebados los tres, usurpan la notaría 1de Zacapoaxtla.
¡Seriedad, señores, seriedad!
Mea Culpa
Por un doble error atribuible al otoño de mis confusiones, en mi anterior columna escribí que Jorge David Rosas Armijo era Jorge David Cortés Moreno y que Tatiana Clouthier era secretaria de Finanzas y no de Economía.
Ufff.
Una disculpa brutal sobre todo a Jorge David, el Bueno, quien está muy lejos del impresentable Rosas Armijo.
A Cortés Moreno le tengo respeto y cariño desde hace varios años.
Siempre he visto en él a un académico serio y profundo.
Hoy por hoy vive en un mundo envidiable: el de los libros.
Un abrazo desde aquí con mi admiración por delante.
Jorge David, el Malo, es el responsable de ese desastre que fue en el morenogalismo Ciudad Modelo.
En este espacio he hablado ampliamente de sus tramas llenas de terror.