Dos actividades deportivas mantuvieron ocupados a varios legisladores y distinguidos morenistas el pasado fin de semana: el Gran Premio de México y la pelea del Canelo Álvarez.
El diputado Mario Miguel Carrillo, primo de Mario Delgado —líder nacional de Morena—, se fue a Las Vegas a ver cómo el Canelo le ganaba a un bulto.
Quienes de esto saben, dicen que el costo del boleto y de la estancia en esa ciudad que creció en el desierto no van de la mano con la austeridad republicana.
Qué bueno que el presidente López Obrador estaba distraído con la boda de Santiago Nieto y no se enteró de la escapada del diputado morenista.
Tampoco supo de la presencia en una zona VIP del propio Mario Delgado en el Gran Premio de México.
Menos aún de que el diputado Juan Carlos Natale y la ex alcaldesa Claudia Rivera Vivanco bebieron champaña en otras áreas igualmente exclusivas del Foro Sol.
No vaya a pensar el hipócrita lector que los aquí citados estuvieron en las gradas populares.
Faltaba más.
Fieles a su tradición, se apersonaron en las zonas VIP, se picaron el ombligo con muchos neoliberales y observaron desde sus carísimos catalejos el cierre de la carrera que, para variar, no ganó el Checo Pérez.
Por cierto:
Qué cómico se vio en la tribuna de San Lazaro el diputado Natale.
Y es que al criticar al PRI de los noventa se cercenó lo poco que tiene de masa cerebral.
¿O ya olvidó que fue un priista servil y sumiso?
Hoy, desde su posición de valet de Marcelo Ebrard, está más ocupado en elegir los zapatos y las corbatas de su jefe que en revisar —con cierta mediana autocrítica— su paso por ese partido que hoy le parece tan nocivo y asqueroso: el PRI.
Seriedad, diputado.
¡Dignidad, caray! ¡Filosofía!
Un Investigador con otros Datos
Edgardo Buscaglia es un hombre brillante que corre en varias autopistas.
Tantas tiene —desde la universidad de Columbia, pasando por la escritura de libros, hasta llegar —hasta hace poco— a la Unidad de Inteligencia Financiera— que a veces se distrae o no accede a datos confiables.
En una reciente entrevista que le hizo Maribel Velázquez, del periódico e-consulta, el célebre experto en la ruta del dinero en los cárteles del narco incurrió en información falsa a la hora de criticar el trabajo del gobernador Miguel Barbosa Huerta en materia del combate al huachicol.
Textualmente, Buscaglia dijo las autoridades estatales “no aportan nada en el combate de este delito, solo detienen a criminales de baja jerarquía y no apoyan al gobierno federal o a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)”.
¿Criminales de baja jerarquía?
Ufff.
Tendría que saber que el robo de hidrocarburos en Puebla ha bajado hasta cinco veces desde que inició esta administración y que el número de jefes de bandas huachicoleras detenidos suman decenas, si no es que rebasan la centena.
El propio presidente López Obrador ha destacado —en dos momentos recientes— el trabajo del gobernador en el combate a la inseguridad.
Buscaglia tiene otros datos, es evidente.
Y se justifica porque su área de investigación es enorme.
Quien le pasó la información sobre Puebla seguramente estaba más preocupado por el escándalo generado por la boda de su jefe —Santiago Nieto— que por cruzar bien los datos.