Por: Guadalupe Juárez
Peritos tanto de la Fiscalía General del Estado (FGE) como privados recolectaron indicios para reencausar la investigación en torno a la muerte de Zyanya Figueroa Becerril, por lo que la familia ya pudo recuperar sus pertenencias y entregar el inmueble donde fue abandonado su cuerpo.
De acuerdo con el asesor legal de la familia del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Carlos Olivera, la semana pasada dos peritos en criminalística y otro en fotografía llegaron al inmueble ubicado en el Fraccionamiento Real de Zavaleta y presentarán un informe paralelo a la FGE.
“Fueron diligencias fructíferas para reencausar la investigación y ver si se trató o no de un feminicidio”, señaló.
Familiares de la joven médica despidieron a Zyanya, con un mural donde escribieron mensajes para ella; bordaron una bata con la leyenda “siempre vivirás en nuestros corazones”.
Se añadieron consignas: “no fue suicidio, fue feminicidio” y “ni una más”.
Al lugar llegó la activista Irinea Buendía, representante del OCNF y activistas que apoyaron a la familia en las movilizaciones para exigir justicia.
Sobre las agresiones que sufrió la familia, activistas y prensa, el asesor legal del Observatorio indicó que interpusieron 13 denuncias y la próxima semana las víctimas serán sometidas a un examen psicológico.
Agradeció el apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y confió en que se castigue a los funcionarios públicos que los agredieron.
El martes 15 de mayo de 2018, Patricia Becerril y Martín Figueroa recibieron una llamada telefónica en la que les avisaban que su hija de 26 años de edad se había suicidado.
Pero en la carta póstuma que la Fiscalía les mostró notaron que las palabras no eran de Zyanya y pidieron un peritaje en grafoscopía, el dictamen del análisis arrojó que el documento era una falsificación por imitación.