Desde este jueves 16 de diciembre, inician en Puebla capital los operativos de alcoholímetro, cuyas sanciones alcanzan casi los 9 mil pesos, para combatir el incremento de 20% en accidentes de tránsito desde que volvieron a abrir los bares y salones de fiesta.
María del Rayo Ramírez Polo, directora de Control de Tránsito municipal, precisó que esta estrategia forma parte del operativo Guadalupe-Reyes, que ayer puso en marcha el alcalde Eduardo Rivera Pérez, en el cual participarán 2 mil 140 elementos de seguridad.
La funcionaria indicó que serán 40 elementos quienes aplicarán las pruebas de aliento, aunque para evitar contagios de COVID-19, esta vez no se utilizarán aparatos con boquilla para que el conducto sople, sino que se empleará un bastón que mide la cantidad de alcohol detectada en el aire al interior del automóvil.
Los puntos serán itinerantes, para abarcar la mayor parte de la Angelópolis, de jueves a domingo durante el resto del año e inicio de 2022.
El capítulo nueve del Código Reglamentario para el Municipio (Coremun) establece las sanciones por dar positivo a la prueba de alcoholímetro, con una sanción administrativa y una multa conforme al grado de consumo.
En lo económico, las penas impuestas van de 20 a 100 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), es decir, de los mil 792 hasta los 8 mil 962 pesos; además, el conductor puede ser detenido y el vehículo sería llevado a un corralón.