Durante el proceso electoral 2020-2021 la violencia política estuvo presente en las 32 entidades federativas y en más de 535 municipios del país, al registrarse hasta el pasado domingo un total de 935 agresiones o delitos globales, con un saldo de 100 políticos asesinados.
De las víctimas, 22 eran aspirantes y 14 candidatos con registro ante sus partidos, informó la empresa consultora Ettelekt, al publicar ayer su Séptimo Informe de Violencia Política 2021, que incluye el asesinato de tres personas ocurrido el 6 de junio en Chiapas.
El 75% de las víctimas del total de delitos y homicidios dolosos registrados eran opositoras a los gobiernos estatales, mientras que de los aspirantes a cargos de elección municipales, el 90% eran a su vez opositores a los alcaldes de sus respectivos municipios donde competían.
La lista de políticos asesinados la encabezaron Veracruz y Chiapas, con 18 y 12 víctimas mortales, respectivamente.
Para el caso de Puebla, el estudio registra cuatro incidentes, cifra muy por debajo a la detectada en los comicios de 2018, cuando se posicionó como la entidad más violenta del país.
En aquella ocasión ocurrieron 125 agresiones globales y 15 políticos fueron asesinados, sucesos que significaron el 16% a nivel nacional.
En el actual proceso electoral ocurrió el asesinato de una mujer, candidata a regidora por Movimiento Ciudadano en Cuapiaxtla de Madero, además de otras tres agresiones.
Ettelekt consideró que si bien la jornada electoral del pasado domingo transcurrió de manera exitosa, no debe soslayarse que la violencia política durante el proceso atentó contra el libre ejercicio y disfrute de los derechos políticos y humanos, tanto de personas políticas como de la ciudadanía.
Tales acciones delictivas tuvieron como finalidad el influir en los resultados, constituyéndose una modalidad de fraude previa a las votaciones en las urnas, concluye el reporte.Lorem