Jesús Peña
La participación de las mujeres en la actividad económica en Puebla se ha dado más en condiciones de explotación que de liberación, lo que se ve reflejado en que el salario para los varones acumula tres años de recuperación mínima de 2 mil 736 a 2 mil 760 pesos, mientras que en las mujeres disminuyó de mil 544 a mil 535 pesos.
Así lo indicó Lízbeth Díaz Cruz, corresponsable de la investigación Tercer breve informe sobre desigualdad de Género en México, elaborado por el Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla, el cual establece que la brecha salarial a nivel nacional ha bajado durante los últimos siete años de 40% a 37.6%, pero en la entidad poblana está en 44%.
“Se han impulsado modelos de empleabilidad precarizados, con salarios dispares, sin prestaciones y en un contexto de inseguridad y violencia hacia las mujeres en el país”, señaló la investigadora.
El documento también señala disparidad de género en la ocupación de altos puestos, pues las áreas que suponen dirección, liderazgo y mando son dominadas por hombres. Por ejemplo, en cargos de profesionistas y técnicos, los varones son 56%, mientras que en funcionarios y directivos aumentan a 60.8%.
Respecto a la carencia de tiempo, también se evidencia desigualdad, pues son las mujeres quienes destinan siete horas del día a las labores domésticas y de cuidado, que no son remuneradas; ellos, menos de tres.
Otro factor, considerado por el Observatorio de Salarios, es la violencia por razón de género contra la mujer, especialmente la ejercida por sus parejas, a pesar de que disminuyó 4.2% entre 2016 y 2021, mientras que la tasa de homicidios dolosos de mujeres por cada 100 mil a nivel nacional creció en 58% –en Puebla aumentó 12.3%–.
La tasa de feminicidios a nivel nacional incrementó 124.1%, mientras que para la entidad poblana fue de 297.8%.
La desigualdad por orientación sexual e identidad de género (OSIG) refleja una baja incidencia de este grupo en actividades de apoyo y agropecuarias (26.6%), trabajos artesanales (12.2%) y trabajos industriales y de transporte (8.8%).
En salud emocional también hay una desigualdad, pues el informe muestra una propensión al suicidio de 26.1% de personas con OSIG no normativa, contra 7.9% de personas con OSIG normativa.
En contraparte, el rubro con mayor equidad de género es el educativo, pues cada vez se observan más mujeres en los distintos niveles escolares. Sin embargo, en población de edad avanzada los hombres tienen mayor escolaridad: 65% a nivel nacional y 60% en Puebla.