A pesar de que Puebla se encuentra en semáforo rojo por el número de contagios por COVID-19, la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco anunció que la reapertura de las calles 2 Oriente con 2 Norte, la Avenida Reforma desde la 11 Norte-Sur hasta la 3 Norte-Sur y el de la calle 4 Poniente con 11 Norte, a partir del lunes 13 de julio.
Informó que esta decisión se tomó de acuerdo a las mesas de trabajo que sostuvieron con las diversas cámaras empresariales, quienes solicitaron se retirara esta restricción, por lo que se valoró y se hizo un plan de reapertura del Centro Histórico, pero no fueron tomadas en cuenta las cifras diarias de contagios en la capital.
Sentenció que esta reapertura está sujeta al compromiso de los comercios y de la población, es decir, si se presentan aglomeraciones que potencializan el número de contagios y los comercios no esenciales abren sus cortinas, la restricción volverá.
Aseguró que es una prueba piloto para que la ciudadanía vaya entrando a la Nueva Normalidad, puesto que la prioridad es la salud de la población, por lo que al momento de ver un incremento de movilidad, se dará marcha atrás.
El secretario de gobernación municipal, René Sánchez Galindo detalló que mientras estuvo cerrado el Centro Histórico la movilidad bajó un 50 por ciento, por lo que se puede decir que cumplió con su propósito, pese a que los empresarios sostienen que no es así.
“En diversas reuniones, los empresarios plantearon que si se retira este cerco de seguridad no aumentarían las aglomeraciones, nosotros hemos detectado que cuando implementamos este dispositivo se bajó en un 50 por ciento el flujo peatonal”, apuntó.
Reveló que a pesar de esta disminución se aceptó retirarlo, dejando en claro que esta es una reapertura condicionada y sujeta a cambios, por lo que tendrán inspectores del Ayuntamiento para vigilar el número de personas que se concentran en las calles del Centro.