Por: Guadalupe Juárez
Formas insanas de relacionarse con otros, actitud violenta, sin empatía, inseguridad personal, ansiedad, trastornos de sueño, hasta tartamudez y la repetición de los patrones inadecuados, son las heridas que un padre puede ocasionar a sus hijos y a las familias que ellos formen en un futuro.
Para Mónica Lorena Palafox Guarneros, coordinadora de la maestría en psicoterapia de la Ibero Puebla, en entrevista para Crónica Puebla, cuando una familia es disfuncional se debe a que sus integrantes repiten los patrones que vivieron en sus familias de origen.
Por ejemplo, si la figura paterna en casa se reducía a proveer recursos, no participaba en la crianza de los niños y pasaba poco de su tiempo libre con ellos, mientras que la mujer era quien se encargaba de cuidar a los niños, es el rol que concibe de las parejas y los adultos varones quieren repetir con su pareja como si no hubiera otras formas de organización y convivencia familiar.
Otra situación se presenta si el padre tenía con su mamá –de niño y adolescente– una relación muy estrecha y, una vez que él se casa, ella en su papel de abuela y suegra todavía lo orienta en cómo se debe cuidar a los hijos, la forma de manejar el dinero, esas conductas chocan o provocan problemas con la pareja.
También influye la forma en que la familia de origen tuvo para comunicarse con los otros: si se decían situaciones directas o no, si se afrontaban y expresaban sentimientos o no; son costumbres con las que llega el papá a hacer su propia familia.
Todo lo que hace el padre impacta a sus hijos: el modo en el que se involucra con otros, la forma de resolver problemas o no hacerlo y esperar que la pareja los solucione, el saber o no establecer límites, la forma de expresar las emociones o cómo manifestar el enojo; de igual forma, la raíz de estas actitudes y respuestas es cómo se vivió en su hogar cuando era niño.
Todos estos entornos son nocivos para los niños.
Cuando un menor vive en estos entornos, se manifiesta al presentar problemas de aprendizaje (sin tenerlos por habilidad mental), o dolores de cabeza o estómago sin explicación física.
Para Dulce María Pérez Torres, psicóloga y socióloga de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep), las inercias nocivas de crianza, en las personas con problemas para controla la ira, se manifiestan en agresión y es por eso que en las familias aún se encuentran índices altos de violencia doméstica.
Cuando las acciones violentas la inicia el varón, los hijos crecen con una figura distorsionada de su padre.
Vivir en una familia que no pueden proveer lo suficiente para que los chicos crezcan de manera sana, puede provocar en ellos inseguridad, ansiedad, trastornos de sueño y tartamudez. Además, tienden a repetir los patrones de los mayores al relacionarse con otros.
“Obviamente, las relaciones tienen baja calidad y las expresiones sociales se van a ir colocando: ni siquiera hablar porque el papá se enoja o no poder ver la televisión, porque el volumen le molesta”, explica vía telefónica a Crónica Puebla.
¿HAY FORMA DE EVITARLO?
Para ambas especialistas una de las maneras para cortar el ciclo de repetición de roles o de conductas es la terapia familiar.
Palafox Guarneros explica que ya que detectar estos patrones en una pareja desde el noviazgo es complicado, sí se puede acudir con un terapeuta antes de casarse o juntarse para detectar los problemas que pudieran presentarse ya como familia.
En estos casos, la especialista puede analizar los orígenes familiares de ambos, detectar patrones, analizar dinámicas presentes y proyectarlas al futuro y, con esas previsiones, decidir si quieren continuar o no una familia.
Pérez Torres, en cambio, dice que hay una manera de romper con estos patrones y puede presentarse de manera natural desde la adolescencia: cuando el hijo rompe con el círculo vicioso al decidir no querer ser parte de él y mejorar las relaciones que él mismo establece con los demás.
De no ser así, un hijo no va a madurar y puede ser dependiente de este maltrato o contexto de agresión a lo largo de su vida adulta; y marcará a sus hijos con la repetición de patrones.
Poca expectativa del comercio
Por: Karla Cejudo
Los comerciantes asentados en el Centro Histórico de Puebla esperan un alza de ventas de 20% este fin de semana con motivo del Día del Padre.
En entrevista, José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, reveló que sus asociados no tienen muchas expectativas para este fin de semana, toda vez que no es una fecha tan relevante como el 10 de mayo y las familias prefieren pasarla en casa
“Ahorita vamos bien, llevamos ventas de un 50 por ciento antes de la pandemia; este domingo no hay tanta expectativa como en otros festejos”, acotó.
Por su parte, Marco Antonio Prósperi Calderón, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), expresó que los giros que más beneficiados se verán son el de ropa deportiva, relojes, zapaterías, perfumerías, accesorios electrónicos, restaurantes, así como vinos y licores.
“Esperamos un fin de semana bueno, pues apenas pasó quincena y las personas están guardando un poco de dinero para gastarlo con papá. Con esto daremos un paso más en la recuperación económica”, apuntó.
En el caso de los restaurantes, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Olga Méndez Juárez, resaltó que no se espera un alto repunte debido a que los festejos suelen darse en casa, no obstante, varios establecimientos darán cortesías a los papás.
“En esta fecha la dinámica es diferente, el Día del Padre se caracteriza por más pedidos de alimentos para llevar; en mesa de restaurante no hay saturación; esperamos un aumento en ventas de 30 por ciento”, señaló.
Todos los representantes indicaron que se darán promociones y descuentos con el fin de motivar a la población a consumir, por lo que esperan alta afluencia en los establecimientos y un mejor repunte de ventas que el año pasado.
Nueva paternidad en artes, festival de BUAP
Online, un festival de lecturas, música, actividades lúdicas, cortometrajes, conciertos, conversatorios y mesas de análisis inició ayer en la BUAP como celebración del Día del Padre.
La gestora Cultural en la VEDC, Abigail Fuentes, indicó que el programa se enfoca en la nueva paternidad como expresión de transformación masculina, hasta concluir con música.
“Iniciamos con un conversatorio que versa en el tema de las nuevas paternidades. Hoy, es importante repensar la masculinidad con la figura del padre.”
La jornada aglutinará a integrantes de la Facultad de Artes y otras unidades de la BUAP, incluyendo el dueto de guitarras 2 de Cal.
LA FIGURA DEL PADRE EN LA LITERATURA
Patrimonio, El pez en el agua, Pedro Páramo y Carta al padre, son las novelas de las que estará hablando José Avilez, Humberto Sotelo, Hugo López y Gregorio Cervantes hoy sábado.
La inversión de roles y un hombre en decadencia; son las premisas de Patrimonio novela del escritor Philip Roth, de la cual hablará el también escritor Gregorio Cervantes.
“Roth presenta al padre en sus últimos años y justo en el momento en que irrumpe una enfermedad terminal. Nos coloca ante una fractura de la imagen paterna y una inversión de roles. Así que el hijo menor, que en la novela aparece como el más cercano, pasa a convertirse en el cuidador del padre”, aseguró.
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