Amigos y familiares se reunieron en Cuacolandia para despedir a Elena Larrea, la dueña y creadora del lugar.
El miércoles por la noche, el ataúd con sus restos llegó al sitio, donde incluso llevaron a sus caballos para que pudieran despedirse de ella.
Más tarde, el cuerpo de la activista y protectora animal fue trasladado a la Ciudad de México, donde sería cremada.
Se dio a conocer la muerte de Elena Larrea el pasado miércoles debido a una trombosis después de someterse a un tratamiento estético.