Mariana Flores
Contrario a la creencia popular y de los propietarios de baños públicos que exigen permiso de reabrir locales, ni el agua caliente ni el vapor desinfectan espacios; no hay forma de impedir el contagio de COVID-19.
Lo explica así el microbiólogo Luis Alberto Cuevas, quien asegura que en ningún establecimiento de este tipo se alcanzan las condiciones necesarias de esterilización.
Aunque el vapor húmedo o seco puede desnaturalizar algunos microorganismos, para lograrlo se requiere presión; en laboratorio, se utilizan ambos elementos durante tiempos prolongados.
Pero en los baños de vapor hay cercanía entre personas, se hablan entre sí y la saliva en gotas diminutas es el medio transmisor de coronavirus, aseguró Cuevas.
La única opción que evitaría contagios sería la reapertura de espacios individuales, y evitar que sean usados por más de una persona, opinó.
Ello va en contra de la costumbre de los clientes y hace insostenible el negocio para los propietarios, cuya ganancia reside en la concurrencia a las salas generales.
El experto recordó que 90% de las personas que se contagian de COVID-19 reciben salivas del entorno en compañía de gente infectada, sola o en conglomerado; y 10 % adquiere el virus por contacto con superficies y otras formas.
La Organización Mundial de la Salud indica que nadar en playas o albercas no lleva riesgo de adquirir el virus; lo que propicia el contagio es la falta de distanciamiento.
Para quienes proponen hacerse pruebas de laboratorio antes de hacer viajes o ir a fiestas, Luis Alberto Cuevas advierte: “La mayoría de las personas no es consciente de que esta prueba es igual que una fotografía: dice lo que ocurre en el momento. Puede uno haber ido al laboratorio por la mañana y su resultado indicar que no tenía el virus; pero ese mismo día, horas después, si esa misma persona se expuso a cercanía con otras personas, estará contagiada y transmitiendo el virus desde ese momento”.
La toma de temperatura es una buena medición, indica el especialista, pero se debe recordar que hay personas asintomáticas que, obvio, presentan temperatura normal pero son fuente de contagio.
Además, como su nombre indica, el gel antibacterial combate eso, bacterias, y el SARS-CoV-2 es un virus, con una composición diferente; por ello, recordó que el mejor jabón para lavarse manos y cara es el que usualmente se usa en barra para la ropa, que sí rompe la molécula del coronavirus.
Fotos: Agencia Enfoque