Durante media década, se ha registrado la muerte de nueve elementos del Ejército Mexicano desplegados en territorio poblano. Fueron abatidos en enfrentamientos con delincuentes, especialmente en el combate al robo de combustible.
Entre las tareas de los soldados mexicanos está defender el territorio y la soberanía, aplicar el plan DNIII –por desastres y emergencias–, además de ejercer tareas de seguridad interior, lo que los coloca en una buena posición en la percepción de los ciudadanos.
De 2017 a 2021 fallecieron nueve elementos del Ejército mientras cumplían sus obligaciones; seis de ellos en 2017 y el resto en 2021, de acuerdo con datos abiertos del gobierno de México y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El caso más conocido fue el de los elementos abatidos en Palmarito, del municipio de Quecholac, el 3 de mayo del 2017, cuando al atender un reporte fueron recibidos a balazos por presuntos huachicoleros. El tiroteo terminó con saldo de 10 muertos: seis civiles y cuatro militares.
DERECHOS HUMANOS
En los últimos seis años se presentaron 52 quejas de presuntas violaciones a los derechos humanos por parte de elementos de la Sedena. En 2019 y 2020 hubo más querellas.
CONFIANZA
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el último trimestre del 2020 el porcentaje de poblanos que tenía más confianza en el Ejército fue de 43.5%, mientras que en ese trimestre, pero de 2021, fue de 36.4%.
Pese a esta disminución, el ejército es la segunda autoridad encargada de la seguridad en la que más confía la pobación, sólo por debajo de la Marina, que tuvo 54.2% de confianza.