El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa encabezó la procesión de Domingo de Ramos tras dos años de suspensión por la pandemia de COVID-19.
En la homilía reprobó toda violencia, toda criminalidad, «por eso hemos dicho durante todo estos domingos que la vida es sagrada, y que tenemso que cuidar nuestra vida y nuestra salud y la de nustras familias».
Señaló que este Domingo de Ramos debe ser el inicio de una reconciliación entre los seres humanos, de perdón para que regrese un clima de paz y tranquilidad social.
Sobre la celebración de la Semana Santa, conminó a los feligreses a mantener oración aun cuando se apovechen los días para vacacionar o salir a visitar a la familia.
Reiteró que se realizará nuevamente la Procesión de Viernes Santo donde se conmina a la ciudadanía a mantener las medidas sanitarias correspondientes y seguir el evento al paso del recorrido o en redes sociales.
Finalmente, recordó al elemento de la FGE Puebla que murió la semana pasada en un operativo en San Matías Tlalancaleca, dando el pésame a familiares y amigos.