Aunque vox pupuli se aseguró que dos personas fueron fulminadas en espacios públicos de la ciudad de Puebla en forma repentina por la letal COVID-19, los resultados de las autopsias son reservados.
El primer caso ocurrió el jueves, cuando junto con su familia, una mujer se trasladaba en un vehículo de la plataforma Cabify, sin embargo, apenas unos minutos después y sobre el trayecto, sintió molestias, repentinamente presentó complicaciones hasta que dejó de respirar.
Además de la pérdida humana, la situación para la conductora del vehículo se convirtió en una pesadilla, pues apenas dio aviso a la plataforma, ésta la dio de baja del servicio.
Es decir, la dio de baja sin apoyo y deberá comprobar que no es portadora del virus antes de que la vuelvan a admitir. Además, por protocolo de peritaje, su coche está retenido.
El segundo caso corresponde a un adulto mayor que buscó ayuda médica en el consultorio de una farmacia en la junta auxiliar de La Libertad. Habían pasado ocho días desde que presentó malestares.
Acudió al médico más cercano en compañía de un familiar. El sexagenario no podía respirar y entró en paro. El doctor en turno le realizó reanimación cardiopulmonar y avisó a los paramédicos, quienes arribaron tiempo después y confirmaron que el hombre había fallecido.
El familiar dio a conocer que el hombre estaba en tratamiento por padecer fiebre, tos y dificultad para respirar.
Policías municipales resguardaron el lugar y notificaron a ministeriales para iniciar las investigaciones.
Ayer el gobernador Luis Miguel Barbosa informó que el número de casos positivos en Puebla por COVID-19 es de 10,725. Manteniéndose 1,731 casos activos. Y un total de 1512 muertos.