Para el coordinador de la Clínica de Urgencias de la UPAEP, los daños cerebrales que provocan las bebidas embriagantes pueden llevar a cometer actos agresivos
Diana López Silva
El consumo excesivo de alcohol puede causar problemas de comportamiento social por los efectos en el cerebro que nublan el juicio, causando disturbios o accidentes, alertó Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la UPAEP, quien llamó a los padres de familia a poner límites.
Frente a casos de peleas, balazos o abandono de personas tiradas en la calle, el académico consideró que la situación es triste para la sociedad, por lo que destacó la importancia de conocer el efecto que causa el alcohol y por qué la gente se comporta así.
Explicó que su consumo excesivo puede tener un efecto predominante en la corteza prefrontal dorsolateral, lo que se le conoce como la sustancia gris.
Señaló que esta zona es la que se afecta con el consumo de alcohol y es la que maneja la función ejecutiva, es decir, las acciones como hablar, caminar, bailar.
Por consiguiente, se afecta también la toma de decisiones y aumenta la tolerancia al dolor en grados altos de alcohol, por lo que las molestias físicas llegan horas después.
También se presentan trastornos del área cognitiva, “es decir, nuestro razonamiento se empieza a perder o disminuye, igual que la memoria y la conducta, porque empezamos a hacer cosas que sin alcohol no haríamos, pues nuestro juicio nos indica si algo se ve bien o no, pero intoxicado lo pierdes”.
En opinión del especialista, la sociedad está pasando por una crisis de valores, pues a los padres de familia ya no le interesa.
En consecuencia, el que manda en la casa es el niño o el adolescente. “Es él quien dice préstame el coche, dame dinero, me voy al antro y muchos hijos mayores siguen en casa de sus padres, quienes los mantienen, pero eso sí, tienen dinero para gastar en alcohol”.
Lamentó que ante hechos recientes, como el de los jóvenes que golpearon a otro en la zona de angelópolis haya la necesidad de recurrir a medidas de “el niño regañado”.
Señaló que la regulación afecta a los establecimientos –antros, bares y restaurantes–, porque de eso viven y a final de cuentas no les importa. “A veces cierran la cortina y sigue el consumo de alcohol adentro del negocio a las 5:00 o 6:00 horas, entonces engañan al ayuntamiento, o hacen como que engañan al gobierno”.