El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, criticó la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que el pasado 8 de septiembre declaró inconstitucional penalizar el aborto a nivel federal.
Al encabezar la misa dominical en la catedral de Puebla, Sánchez Espinosa opinó que dicha resolución implica una cultura de muerte.
“Si no respetamos la vida desde su concepción, que no nos extrañen tantos miles y miles de desaparecidos, de homicidios, de feminicidios”.
El arzobispo habló de la importancia de preservar la figura del matrimonio conformado por una mujer y un hombre, y censuró la posibilidad de que las mujeres puedan decidir si continuar o interrumpir el embarazo.
“Es la dureza de una sociedad ciega que esgrime argumentos de pretendida libertad y autodeterminación, pero que encierra ideologías materialistas y hedonistas. Que atenta contra los valores fundamentales y sagrados del matrimonio, la familia y la vida, argumentando que se trata de conquistas de la libertad”, enfatizó.
Sánchez Espinosa llamó a los asistentes a dar testimonio de lo que son y creen, y no sólo percibir pasivamente lo que denominó “el deterioro del tejido social y familiar”.
“Nos toca a nosotros testimoniar esa verdad. Tenemos que navegar contra corriente en medio de tormentosas aguas que amenazan con destruir todos los valores fundamentales a la familia y la vida”, dijo.
MARCHAN EN PUEBLA
En 22 ciudades del país se llevaron a cabo manifestaciones en rechazo a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En Puebla, el punto de salida fue la Fuente de los Frailes, desde donde los manifestantes partieron a bordo de vehículos para llegar al Parque Benito Juárez.
Más de 100 personas se congregaron para exigir que se brinde protección a las mujeres embarazadas y a su hijo.
El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa asistió a la marcha convocada por la Arquidiócesis, a bordo de su vehículo, desde el cual respaldó la causa y bendijo a los asistentes.