Fotos: EFE
Dicen que los canadienses son fríos de carácter, pero ayer aplaudieron y gritaron. Y eso que el cielo no se les oscureció como en Mazatlán y Torreón, los puntos privilegiados de observación, en México, del eclipse total de sol de ayer.
En Estados Unidos, turistas y locales detuvieron el paso y dejaron la rutina durante media hora, los menos, para reunirse a mirar. Sin hablarse, pero juntos.
En la UPAEP, personas que utilizaron telescopios instalados para prestar compartieron sus impresiones:
“Es una experiencia única, me alegra que haya espacios para verlo de manera segura”
Rosa González
“Es algo que vas a poder contar a tus hijos”
Raquel Barros
“Siempre quise ver uno. Me hubiera gustado verlo en su totalidad, pero tendría que ir a otro estado; aquí se disfruta igual”
Mauricio Vaca
“Espero llegar a ver el otro en 28 años; pero, si no, ya con esto puedo decir que viví la experiencia”
Carlos Solano
MUSEOS DE NUEVA YORK
Parejas, familias y personas que visitaban solas los recintos de arte y tecnología en aquella ciudad hicieron una pausa para mirar y admirar la interrupción de luz.
PLAYAS DE SINALOA
El griterío que comenzó a las 12:17 fue disminuyendo y, a los tres minutos, un silencio inédito conquistó la orilla del mar en Mazatlán. Lo mismo ocurrió en Torreón, Coahuila.
ARTEFACTOS DE PROTECCIÓN
Apegados a las recomendaciones de expertos, ayer hubo usuarios de cajas de cartón, caretas para soldador, vidrios del 14 y gafas especiales. Niños y adultos gozaron el fenómeno que se repetirá dentro de 28 años.
