El año pasado se frustraron 125 linchamientos en la capital poblana y sólo se consumaron dos, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
La dependencia municipal aseguró que las víctimas de intentos de linchamiento en la ciudad son presuntos ladrones, sobre todo de transporte público, a quienes los pobladores retienen y golpean o amarran a postes, hasta que llega la policía.
De los casos en los que las personas linchadas por la población fallecieron, el primero se registró el 5 de mayo del año pasado en Los Ángeles Tetela, junta auxiliar de la capital del estado.
Los elementos municipales no llegaron a tiempo y los pobladores golpearon a dos presuntos secuestradores; luego de matarlos, llevaron sus cuerpos a un automóvil y les prendieron fuego hasta calcinarlos.
El segundo linchamiento quese consumó fue el 5 de septiembre en la colonia 2 de Marzo –al norte de la capital–, cuando un presunto ladrón fue golpeado hasta morir.
Dulce María Judith Pérez Torres, doctora en pedagogía por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), explicó que los linchamientos no deben calificarse como “justicia social”, ya que son actos violentos que terminan con los derechos humanos de las personas y en ocasiones se convierten en homicidios.
La especialista urgió plantear estrategias para recuperar el tejido social y evitarlos.