Diana López Silva
La base triple maíz-chile-frijol constituye el contenido indígena a la gastronomía mexicana, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010, parte indispensable de la identidad nacional.
Lo informa así Vladimir Barra Hernández, coordinador de la Licenciatura en Administración Turística y de la Hospitalidad en la Ibero Puebla.
“Taquitos, pozole, chalupas… se abre el apetito sólo con pensar en la diversidad de los platillos”.
Las mesas mexicanas en 15 y 16 de septiembre representan el centro de la fiesta, con colores, olores y sabores.
La cena del 15 de septiembre, agrega, juega el papel de reunión familiar en torno de la Independencia.
Y en la parte cultural, la antojería mexicana tiene su propia forma de elaboración; no es lo mismo freír el pan de la pelona cerrado que partido.
“Sus ingredientes, técnicas y utensilios culinarios dan peculiaridad a la comida que se sirve en las distintas mesas a lo largo y ancho del país”.
Consideró importante rescatar las recetas familiares: “Todo aquello que nuestras abuelas hacían o siguen preparando, en espacios especiales de convivencia y trabajo en la elaboración de los alimentos”.