Lo decretó Benito Juárez, siendo presidente de México, tres días después de que muriera el comandante del Ejército de Oriente que ganó la batalla del 5 de mayo al ejército francés en 1962.
Cuatro meses después de la victoria, Ignacio Zaragoza contrajo tifo, la amenaza infecciosa múltiple que azotó a México con brotes de epidemia todo el siglo XIX. A los 12 o 13 días de contagio, los pacientes morían por colapso cardiaco.
Esta efigie del héroe lleva 127 años en la Alameda de Saltillo.
Imagen: cortesía México en fotos
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