Un día igual a hoy, hace 115 años, ocurrió el mayor siniestro de la época: el Teatro Guerrero (el nombre no honraba al héroe nacional sino a su propietario, Ignacio Guerrero y Manzano) fue consumido por el fuego.
La gradería, totalmente de madera, ardió por siete horas, desde las 15:30.
Había tardado su construcción cinco años y era el orgullo de la Angelópolis.
Su uso anterior: cárcel.