Este fue el primer Volkswagen Safari hecho en la planta de Puebla, a inicios de los años 70.
Todo un acontecimiento.
Al volante, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, poblano de origen.
El mismo que unos años antes, en 1964, había sido clave para la llegada de la armadora alemana a Cuautlancingo para instalar su planta.
Hoy no se entiende nuestro presente y futuro sin esta fábrica, que emplea a miles.
Ya se sabe: el motor de Puebla es la Volkswagen.
Y si a VW le da gripa, a Puebla le da pulmonía.
Fotografía: mexicoxeltiempo instagram