El 25 de abril de 1732, día de San Marcos, quedó puesta la campana María en la Catedral de Puebla.
Cuenta la leyenda que con sus más de nueve toneladas, la tarea de colocarla se hacía prácticamente imposible, pues los trabajos avanzaban lentamente, hasta que una noche desapareció.
El velador no sabía qué había pasado, los trabajadores tampoco, hasta que alzaron la vista y vieron que la campana estaba en su lugar, dando paso a la historia que fueron los propios ángeles quienes bajaron del cielo para elevarla.
La campana tiene grabada la frase: “En tu concepción, Virgen, fuiste inmaculada. Ora por nosotros”.
De esta manera su repicar es un saludo para la madre de Jesucristo, cuando toca el Ángelus a las 12:00 y 18:00 horas.
Fotografía: Mediateca INAH