Liderada por la profesora Guadalupe Narváez, en 1910 se realizó en Puebla la primera congregación de este tipo encabezada por mujeres.
Paulina Maraver e Ignacia Vázquez se ubican a los lados de Carmen Serdán, de acuerdo con la identificación del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones.
Otros correligionarios, en su mayoría hombres, se sumaron a los encuentros en el marco de la Revolución Mexicana.