Investigadores lograron en 1953 evitar el derrumbe de un edificio que alberga los murales de la sala de Los Triunfos y las Sibilas, únicas muestras de pintura civil del siglo XVI que se conservan de forma íntegra.
Descubiertos por el joven de 17 años Efraín Castro, reflejan la historia sobre la cosmovisión española e indígena.