La Presa de Necaxa, ubicada en el municipio de Juan Galindo, fue construida a finales del siglo XIX.
El doctor francés Arnold Vaquie reconoció el potencial energético de los ríos de la región de Huauchinango, solicitando al gobierno mexicano la concesión para aprovechar las aguas del río Necaxa como fuente de energía.
Esta presa se convirtió en la primera en el país destinada a la generación de energía eléctrica, siendo en ese momento la planta hidroeléctrica más grande y moderna del mundo.