Era el 2 de mayo de 2001.
Y había fiesta. Salía el vehículo 5 millones de la línea de producción de la planta local.
Un hermoso New Beetle de color rojo.
El acontecimiento era tan grande que el presidente Vicente Fox fue testigo.
También pasó lista el presidente del Grupo VW, el doctor Ferdinand Piëch. El motor de Puebla gozaba de cabal salud. Y ameritaba el festejo.
Hoy, el escenario es diametralmente distinto. No hay fecha definida para el regreso al trabajo.
Porque si a Volkswagen de México le da gripe, a Puebla le da pulmonía. O coronavirus.