Pocos saben que la Iglesia católica de Puebla expidió, el 26 de octubre de 1810, bajo la firma del obispo Manuel Ignacio González del Campillo, una pastoral contra Miguel Hidalgo, Ignacio Allende e Ignacio Aldama, para excomulgarlos por haber desafiado al gobierno español.
También, pocos conocen que la Sierra Norte fue la primera región en sumarse a la rebelión y que luego lo hicieron Tehuacán e Izúcar de Matamoros, cuyos habitantes apoyaron las tres exitosas campañas militares que José María Morelos realizó en el estado.
Puebla tiene, pues, muchas razones para celebrar el Grito de Independencia.
La fotografía muestra la ceremonia de 1972, desde el balcón principal del palacio municipal angelopolitano.
Una escena que se ha repetido año con año, pese a cualquier adversidad.
Fotografía: Archivo General Municipal de Puebla