Mariana Flores
En Puebla, fueron inauguradas las dos primeras Unidades de Hemodiálisis en la zona metropolitana, con las que la Secretaría de Salud del estado espera que las familias puedan ahorrar hasta 180 mil pesos en los tratamientos
renales.
Los dos espacios especializados en Salud fueron inaugurados en los hospitales del Niño Poblano (HNP) y General del Norte. De acuerdo con la administración estatal, el objetivo es que sean seis Unidades de Hemodiálisis.
Estas serán habilitadas en 2023 en los hospitales de Tehuacán, Teziutlán, Huauchinango y en el General del Sur de la capital poblana.
José Antonio Martínez García, titular de la dependencia, explicó que en el Estado se registran 7 mil 500 pacientes de todas las edades con afectaciones renales, de los que mil 400 requieren terapia de sustitución.
Las enfermedades renales afectan principalmente el funcionamiento de los riñones, por lo que dependiendo de la gravedad de las afectaciones pueden requerir de diálisis peritoneal, hemodiálisis y finalmente trasplante.
Por su parte, el gobernador Miguel Barbosa Huerta celebró que el estado cuente con las finanzas sanas necesarias para ejecutar estos proyectos. Esto –dijo– se ve reflejado en el aumento al Presupuesto de Egresos en el rubro de salud, que recibirá 13 mil millones de pesos, 5 mil millones de pesos más en comparación con lo recibido en 2022.
Además, adelantó que para el próximo año se espera la adecuación de un espacio de atención médica especializada en el tratamiento de personas con autismo.
MILLONARIO FRAUDE EN 2014 CON UN EQUIPO IGUAL
José Antonio Martínez García, secretario de Salud estatal, reveló que en 2014 se cometió un “fraude millonario” con la inversión para una Unidad de Hemodiálisis en el Hospital del Niño Poblano, que nunca funcionó.
“Les voy a contar una historia de terror y de corrupción que se vivió en este hospital”, dijo.
El funcionario explicó que la adquisición de los materiales necesarios tuvo un sobrecosto, además, no eran compatibles con la instalación de la unidad.
En consecuencia, quedó “un cascarón” inservible, que no podía ofrecer los tratamientos renales, debido a que contaban con máquinas de ósmosis interna, que no resultaba compatibles.
Tras calificar a los responsables de los actos de corrupción como “mercenarios de la salud”, Martínez García afirmó que con la instalación de las nuevas Unidades de Hemodiálisis se hace justicia social.
Por su parte, el gobernador Miguel Barbosa Huerta dijo desconocer el caso. Sin embargo, puntualizó que se hará la investigación correspondiente.
Agregó que ningún caso de corrupción quedará impune en su gestión.