Gerardo Cruz Castañeda
Sólo 10 días desde el primer estornudo, desde la primera fiebre o desde el primer “cuerpo cortado”… y una vida se apaga. Así de letal ha resultado el coronavirus en Puebla, que además se transmite a partir del segundo día en que una persona ha sido infectada.
Aunque el gobierno estatal ha reportado hasta el 22 de mayo al menos 350 decesos, los datos de la administración federal señalan sólo 243 defunciones que tienen reportadas ocurridas en la entidad y registradas en la página de datos abiertos hasta el viernes pasado.
De ellos, en 23 casos los decesos ocurrieron al noveno día de advertir los síntomas de la infección, 20 más murieron al cuarto día y otro tanto igual en el séptimo. Sin embargo, el promedio de las autoridades está fijado en 10.1 días desde que se llega a pedir atención médica hasta que cesan las funciones vitales.
Rocío Baños Lara, especialista en virus respiratorios y docente de la UPAEP, este indicador refleja la agresividad del SARSCoV-2 y eso sin considerar factores como la intubación y las comorbilidades.
RESPIRADORES
De los 243 reportados por la federación, 32 por ciento fueron intubados, es decir, 78 personas, de las cuales 58 por ciento eran de la tercera edad, un grupo considerado vulnerable, aunque destaca también una niña de apenas tres años de edad, quien feneció el 1 de mayo, el mismo día que ingresó al hospital, aunque durante cuatro días presentó los síntomas de la enfermedad pero no fue llevada a revisión.
De los 165 casos que no requirieron intubación, tres de cada cinco eran menores de 60 años de edad. Del total de muertes, 16 por ciento ocurrieron en los domicilios de los infectados.
En este rubro destaca un hombre de 75 años, del municipio de Guadalupe Victoria, que fue atendido en una clínica, enviado a su casa y falleció horas más tarde, el 30 de abril. El reporte de su muerte advierte que sufría males cardiovasculares.
En la misma fecha, otro hombre de 60 años, quien padecía obesidad, falleció el mismo día en que presentó los síntomas.
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De los casos positivos en Puebla a COVID-19, en promedio dejaron pasar 4.7 días para buscar atención médica desde las primeras señales de la enfermedad.
Destaca el caso de una mujer de 48 años, de la capital, que dijo sentirse mal el 14 de abril y acudió a valoración médica el 19 de marzo, 26 días después.
La doctora Rocío Baños advierte que la letalidad del coronavirus se irá incrementando conforme crezca la epidemia en el estado, por eso destacó que el mensaje a la población es acudir con la mayor prontitud posible al médico tras los primeros indicios de contagio.
“Está claro la gran capacidad de dispersión del virus. Se ha encontrado que hay quienes lo transmiten a partir del segundo día que estuvieron en contacto con un infectado”, apuntó.