Fotos: Agencia Enfoque
Cada casa mide 120 metros cuadrados para la treintena de familias cuyas viviendas, asentadas en zona ilegal, fueron destruidas o dañadas el 31 de octubre pasado, de tal forma que quedarse en ellas era peligroso.
La explosión de gas robado durante el trasiego, registrada la madrugada de aquel día en San Pablo Xochimehuacan, también afectó a otras 28 viviendas que fueron reedificadas en el sitio.
La construcción estuvo a cargo del gobierno estatal.