Los huérfanos de la ola feminicida en Puebla
Guadalupe Juárez
Desde que en Puebla se tipificó como delito el feminicidio –en 2013– hasta el 2020, hay por lo menos 166 hijos que quedaron en orfandad cuando asesinaron a sus madres.
Hasta ahora, saber cuántos son y en dónde están ha sido una tarea compleja. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) dio a conocer en 2019 que sólo ese año en la entidad poblana había 29 menores huérfanos, la única cifra oficial que se ha difundido.
Pero la Fiscalía General del Estado (FGE) reportó vía transparencia que de 2013 a 2019 sólo se tenía identificado a un menor de 17 años como hijo de una víctima de feminicidio.
Crónica Puebla hizo una revisión hemerográfica de los casos que ha considerado feminicidios el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) y halló que en los últimos siete años 91 mujeres que eran madres fueron asesinadas por razones de género.
De los menores que quedaron en orfandad, 33 presenciaron cómo asesinaron a sus madres; en 33 casos, los agresores fueron sus propios padres.
Las edades oscilan desde recién nacidos, niños que van al preescolar, hasta jóvenes que tienen entre 15 y 17 años, inclusive mayores de edad entre 18 y 24 años.
Sólo han sido detenidos 25 feminicidas, tres se suicidaron y apenas hubo dos sentencias contra ellos, de 28 se esconoce su identidad o relación con la víctima y los menores.
Las agresiones contra ellas consistieron en estrangulamiento, apuñalamiento, golpes hasta causar la muerte, martillazos, degüellos, torturas y disparos.
Los casos ocurrieron en 35 municipios de la entidad.
Una tercera parte de los feminicidios de mujeres que eran madres se concentraron en la capital poblana, en Atlixco, Tehuacán, Xicotepec, Zacapoaxtla y Cuautlancingo.
A la par que iban en aumento los feminicidios, los menores se quedaban en la orfandad, sobre todo cuando fueron sus propios padres los asesinos, pues sin ningún progenitor, quedaron solos o al cuidado de familiares.
El año con más hijos en orfandad fue 2020 con 44 niños, niñas y adolescentes. Eran hijos de 25 mujeres asesinadas por agresores de su entorno más cercano.
Aunque Puebla es de los únicos 12 estados del país que ya contienen en sus leyes una regulación especial para la atención a hijas e hijos de víctimas, esta ayuda no llega a los deudos de las mujeres asesinadas en estas circunstancias. Con el registro de sólo uno, es el único caso en que puede aplicar esta atención.
En el artículo 6 en la fracción 36 de la Ley de Víctimas en Puebla se establece que en el caso de hijos e hijas de mujeres víctimas de feminicidio u homicidio recibirán servicios integrales de atención temprana y tendrán garantizados servicios jurídicos, médicos y psicológicos especializados, así como educación y alimentación.
Sin embargo, dicha reforma se aprobó a finales de 2019, es decir que se aplicaría a los casos que ocurran después de esta fecha y ya no en los anteriores. En otras palabras, más de 122 menores quedaron en la indefensión y sin la protección del Estado.