Mariana Flores
Durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, los giros económicos del país se mantuvieron gracias al trabajo de las mujeres que se quedaron sin trabajo y emprendieron venta de productos anunciándose y haciendo tratos en redes sociales.
Así lo consideró Alejandra Cordero Tapia, socióloga, quien agregó que la pandemia evidenció el fenómeno del emprendimiento femenino.
Estas comerciantes ofrecen mercancía nueva y también de segunda mano.
“La mayoría está formada por mujeres que se quedaron sin trabajo y tuvieron que buscar de dónde sostenerse a ellas mismas y a sus familias”.
El Inegi reporta que desde 2020, la contingencia sanitaria provocó que 1.3 millones de mujeres perdieran su empleo.
Hoy, esta actividad genera 9.5 millones de pesos diarios en el país, de acuerdo con los reportes que la experta tiene del cruce de mediciones de plataformas como Marketplace de Facebook, Trender, Mercado libre e Instagram.
DOS AÑOS DE VISIBILIDAD
A mediados del 2020, se popularizó la palabra “neni” para designar a estas emprendedoras.
Cordero Tapia explicó: “Como un fenómeno de identidad, se adjudicó este término haciendo alusión a la amabilidad con la que las mujeres pretenden causar empatía con otras, sobrenombrando a clientas y usuarias ‘nena’. Hola, nena, ¿dónde te veo, nena?” Sin embargo, dijo, el término generó inconformidad en un sector de la población dedicada a esta actividad, bajo el argumento de que referirse con una palabra en diminutivo a estas mujeres emprendedoras o microempresarias resulta denigrante para ellas y su actividad.
Este fue el cimiento para resignificar el término y adjudicar un nuevo contexto en forma de siglas: Nueva Emprendedora de Negocios por Internet, (NENI).
HOY Y MAÑANA
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las nenis forman parte de los 5.2 millones de mujeres que emprenden en el país.
De todas, 82 de cada 100 trabajan en la informalidad.
En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informó que durante 2020, una cuarta parte de las mujeres que laboran lo hacen por cuenta propia.
El IMCO informó que con las cifras y las características sociodemográficas del país no permiten que el sector de emprendedoras mude a la formalidad para que hagan crecer sus microempresas.
“Hay que ver los dos lados de la moneda. Por un lado, las nenis son dueñas de su propio tiempo, y eso beneficia más a quienes son amas de casa, se evitan condiciones laborales adversas como el acoso laboral, la discriminación por género, la falta de políticas que consideren un embarazo o condiciones para quienes son madres, entre otros factores”, indicó Cordero Tapia.
Por el otro, carecen de seguridad social, de un espacio específico y adecuado para realizar sus actividades productivas, remuneración fija y prestaciones.