Por: Germán Campos
Ayer, Puebla escaló al color rojo en el semáforo de riesgo epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, así entró en un listado de 13 entidades que alcanzaron el nivel más alto de peligro por la propagación de COVID-19 en el país.
Durante las semanas recientes, el gobierno del estado advirtió un notable descuido social en la entidad que motivó el repunte en las cifras de contagios y muertes, al sumar –en el reporte más reciente– 324 nuevos enfermos de coronavirus en las últimas 24 horas, además de 42 defunciones, un estimado de dos casos cada hora.
La condición de semáforo rojo permanecerá hasta el 14 de febrero y aunque entraría en vigencia a partir del próximo lunes 25 de enero, el gobierno federal en voz de Ricardo Cortés, director General de Promoción de la Salud, recomendó a las autoridades tomar medidas inmediatas como restricciones en movilidad y también en las actividades económicas.
El jueves pasado, el gobernador Miguel Barbosa Huerta admitió el inminente ascenso en el semáforo, tras permanecer en naranja, aunque a finales de diciembre y enero Puebla adoptó medidas de alerta máxima de manera anticipada.
De hecho, la semana pasada se anunciaron medidas de reapertura de giros no esenciales y decretó que restaurantes pudieran habilitar su servicio en mesa, además de la apertura de centros comerciales.
Así, la semana cierra sin ningún estado en color verde en el país, 17 se ubican en naranja y dos en amarillo.