Con pruebas aleatorias de COVID-19, con protocolos sanitarios, un llamado a no acercarse a las imágenes, exhorto para que la población vulnerable no asista físicamente y menor participación, tras dos años de suspensión, vuelve la Procesión del Viernes Santo a la capital poblana, la más grande y devota de América.
Ayer fue presentado el recorrido, en su 30 aniversario, que volverá a sacar a las calles del Centro Histórico las esculturas más representativas de la fe católica, visitadas por turismo local, nacional e internacional.
Carlos Castro Mendoza, coordinador de Logística del Comité Organizador de la Procesión de Viernes Santo, destacó que templos, parroquias, hermandades y cofradías han establecido acuerdos con los tres niveles de gobierno para hacer un recorrido ordenado y seguro.
Debido a la pandemia de coronavirus, cada contingente llevará un equipo dedicado a la bioseguridad, pero lo más importante es que las personas más vulnerables, como niños, adultos mayores, embarazadas y enfermos no participen físicamente, sino que lo hagan por internet, indicó.
“Para quienes quieran procesionar, les pedimos que escojan una devoción y vayan al templo donde sale”. Ahí les tomarán la temperatura. Se instruye mantener sana distancia, precisó.
Agregó que el principal objetivo es evitar tumultos; pidió a quienes no harán el recorrido y sólo quieren ver las imágenes que se distribuyan a lo largo de la ruta; no se permitirá acercarse ni tocarlas.
Aclaró que a los porteadores se les pidió su esquema completo de vacunación y no tener ninguna complicación pulmonar. Además, se pedirá el uso obligatorio y adecuado del cubrebocas y llevar un par extra como repuestos.
“Y, por favor, le pedimos a la gente que no tiren el cubrebocas usado al piso. También les pedimos que lleven una pequeña botella de agua, ropa ligera y clara, protector solar, una gorra, sombrero o sombrilla”, dijo.
Castro Mendoza señaló que la participación para este año es incierta, pues aún hay precaución ante el coronavirus, por lo que posiblemente lleguen de 100 mil a 120 mil personas; en 2019 fueron 160 mil asistentes.
Indicó que se trata de un ambiente familiar, que jamás ha tenido problemas de seguridad o de salud, cuyo impacto es muy importante pues convoca al turismo local, nacional e internacional, que genera una derrama importante para hoteles, restaurantes y comercio en general.
Carlos Martínez Cruz, presidente del Comité Organizador, se congratuló por retomar esta procesión para renovar la fe de los católicos, dar gracias por los favores recibidos, recordar a aquellos que ya no están entre nosotros y porque es un referente de la comunidad a nivel continental.
Gerardo Valle Flores, miembro del Comité Organizador, agregó que la conmemoración de la muerte y la celebración de la resurrección de Jesucristo es una actividad espiritual que debe alentar a planea un futuro mejor; las imágenes que recorren las calles ayudan entender el significado de la fecha.
“La procesión se desarrolla en las tres horas en que Cristo estuvo colgado en la cruz. En este año se incorpora una imagen, que es El Señor de la Misericordia, y como hace dos años vendrá el Niño Doctor de Tepeaca”, finalizó.
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Devoción interrumpida
Por: Redacción
El arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, representante de la imagen de El Señor de las Maravillas, del Templo de Santa Mónica, recordó que las procesiones empezaron prácticamente con la fundación de la ciudad de Puebla.
“Las primeras iglesias, que fueron las de San Francisco y Santo Domingo, iniciaron procesiones que se fueron engrandeciendo, hasta consolidar a Puebla como la ciudad más importante en procesiones de Semana Santa de la Nueva España. Las imágenes eran sacadas en andas; incluso tenían recubrimientos de plata, telas finas y candelabros”, indicó.
Explicó que con el tiempo se formaron las cofradías, para cargar las imágenes, pero todo se acabó en 1861 con las Leyes de Reforma, cuando el Ejército cerró templos, decomisó las andas, se llevó candelabros y palios, con tal de prohibir estas manifestaciones religiosas.
“Hace 30 años, un grupo de entusiastas decidió revivir esta tradición, con las imágenes con más devotos y más antiguas. El símbolo de la procesión es el Cristo de la Expiración, del templo de El Carmen, que tiene costillas y dientes humanos”, apuntó.
La segunda interrupción de esta devoción ocurrió por la emergencia sanitaria de COVID-19.
Destacó también a la Virgen de los Dolores, obra de José Villlegas Cora, considerado el mejor escultor de la Nueva España en el siglo XVIII; así como a la Virgen de la Soledad, única imagen sevillana en Puebla, la cual llegó en 1704.
Merlo Juárez agregó que la Procesión del Viernes Santo en Puebla es la más grande de América y la más devota, pues si bien hay otras como en San Luis Potosí o incluso en Perú que son espectaculares, están dirigidas a atraer turismo, pero aquí se impone la solemnidad y la fe.
LAS IMÁGENES
Estas siete esculturas encabezan la procesión:
- Santo Niño Doctor, que viene del Santuario de Tepeaca y será recibida en el Templo de La Compañía, desde ahí irá a la Catedral
- Jesús de la Misericordia, que también saldrá de La Compañía, porteada por la cofradía que organiza el Centro Internacional de Difusión de la Divina Misericordia
- Virgen de los Dolores, del templo de El Carmen, porteada por su fraternidad
- Nuestra Señora de la Soledad, porteada por la fraternidad recientemente conformada
- El Señor de las Maravillas, del templo de Santa Mónica, porteada por la Cofradía de los Nazarenos
- Jesús Nazareno, del templo de San José, porteado por la Cofradía de los Nazarenos
- Jesús de las Tres Caídas, del templo de Analco
El RECORRIDO
Así es la ruta del viernes:
- Cada imagen sale de su respectivo templo entre 10:30 y 11:00 horas
- Todas son recibidas en Catedral a las 11:30 horas
- Las imágenes entrarán al atrio sólo con sus porteadores y sus cortejos; los feligreses permanecerán atrás del dispositivo de seguridad en las calles aledañas
- Primer momento: a las 12:00 horas, el arzobispo Víctor Sánchez, desde el estrado principal, (donde estará la imagen del Cristo de la Expiración –del templo de El Carmen, que no procesiona pero que es insignia–) dará la primera reflexión y así iniciará el recorrido
- Ruta: de la reja central (16 de Septiembre) a Juan de Palafox para pasar frente al Palacio Municipal; vuelta en la 2 Norte, vuelta en 4 Oriente-Poniente hasta llegar a 11 Norte, y luego a hacia Reforma
- Segundo momento: el arzobispo ofrece una segunda reflexión, entre las 13:30 y 14:00 horas
- Trayecto: el contingente toma avenida Reforma hacia el oriente, hasta llegar a la 16 de Septiembre; vuelta hacia la Catedral a donde se llega minutos antes de las 15:00, hora de la crucifixión
- Tercer momento: con el resto de la Coronilla de la Divina Misericordia, ocurre la tercera y última reflexión del arzobispo, que incluye la bendición papal para ganar la indulgencia plenaria, siempre que los fieles hayan cumplido los requisitos
- Regreso: cada una de las imágenes vuelve a su respectivo templo