Especialistas resaltaron la necesidad de acercar los temas electorales a través de este medio a los jóvenes, cuya participación ha sido reducida en las últimas votaciones
Claudia Espinoza
Las redes sociales jugarán un papel de contacto directo con los electores durante el proceso electoral de 2024, en donde los candidatos deben mejorar sus técnicas de enlace con grupo jóvenes de la población electora, principalmente aquellos de entre 18 y 22 años de edad.
Así lo afirmó José Luis González Torreblanca, especialista en redes sociales y académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Dijo que el uso de este mecanismo de comunicación en las campañas electorales se hizo famoso desde la presidencia de Estado Unidos de Norteamérica de Barack Obama, quien a través de este medio obtuvo donantes como no se había registrado nunca en un periodo de campaña.
“El papel de las redes se ha convertido en un componente crítico de las campañas políticas. Son una plataforma eficaz para dar a conocer rápidamente a los candidatos y obtener el apoyo ciudadano fuera de las regiones geográficas”, expuso.
González Torreblanca dijo que, debido a que la participación de jóvenes de entre 18 y 25 años de edad ha sido reducida en las últimas votaciones, muchos aspirantes a un puesto de elección popular en 2024 decidieron iniciar su presentación de propuestas un año antes, usando como medio de distribución de su mensaje las redes sociales.
En ese sentido, la consejera electoral del INE Claudia Zavala Pérez manifestó que la comunicación de la sociedad en red no solamente va para largo, sino que cada vez enfrentará mayores ventajas y grandes desafíos.
Expresó que, ante la cercanía de un proceso electoral, se deben determinar los límites de la libertad de expresión en este medio.
“Qué tantas restricciones a la libertad de expresión deberían ser pertinentes durante los procesos electorales y, si es posible, formular y hacer obedecer una carta universal de derechos y obligaciones en materia de la información que circula en las redes sociales”, mencionó.
Subrayó que antes de hacer preguntas sobre los límites de la libertad de expresión en las redes sociales, se debe plantear cómo se van a definir, quién lo va a hacer y cómo se harán operativas estas definiciones.
Comentó que uno de los problemas que pueden surgir es la saturación de información a su población objetivo, por lo que deberán plantearla de forma “inteligente”, creando estrategias que relacionen los horarios en que se distribuyen los mensajes con las características de los votantes.
Explicó que, ante la cantidad de información que hay en la web, se deben extremar precauciones y corroborar la fecha en que fue publicada, cuál debe ser relacionada con publicaciones anteriores y verificar que el usuario sea real.
“Uno de los riesgos es que se caiga en actos de mala información, donde, sin realizar la verificación correspondiente, se compartan datos de periodos anteriores”, comentó.
Mencionó que en el desarrollo de las elecciones, los medios de comunicación tradicionales seguirán desempeñando un papel protagonista, pues se convertirán en el mecanismo más eficiente para comprobar si una información publicada en redes sociales es verídica o no.
Aun así, consideró que en 2024 las redes sociales podrían ser un factor decisivo en las urnas el día de la elección.