Por: Mariana Flores
Los asesinatos de una mujer de 48 años de edad y de una niña de 10 años fueron condenados por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien aseguró que en ambos casos ya se iniciaron las investigaciones correspondientes para ubicar y sancionar a los responsables.
En el caso de Remedios Varela, quien fue alcanzada por una bala perdida cuando viajaba a bordo de una unidad del transporte público que circulaba sobre la avenida Atlixcáyotl el miércoles por la tarde, el mandatario indicó que se verificarán las cámaras de seguridad tanto de la unidad como de la zona, para avanzar en las indagatorias.
“No se conoce todavía la forma en la que ocurrieron los hechos. Al parecer el chofer de un vehículo viene discutiendo con el del camión, y cuando se le empareja al conductor hace el disparo y a la que lesiona es a la pasajera, quien muere”, señaló.
Barbosa Huerta calificó el hecho como un acto de violencia y salvajismo imperdonable, que bajo ninguna circunstancia puede quedar impune.
Sobre este caso, refirió que ayer fue analizado en la mesa de seguridad estatal, por lo que será investigado para dar con el responsable, luego de puntualizar que serán revisadas las cámaras de seguridad de la zona para alcanzar dicho objetivo.
En tanto, sobre el crimen de la menor de 10 años de edad cuyo cuerpo fue encontrado con lesiones de violencia física y sexual, el gobernador se pronunció por que las autoridades municipales de Zoquitlán, así como los habitantes de esa comunidad, colaboren con la investigación sobre los presuntos responsables del feminicidio infantil.
“Pido ayuda a la población de Zoquitlán y a las autoridades para que nos apoyen. Ellos saben quiénes son, que lo digan, que informen. Quiero más colaboración de la gente de Zoquitlán, de las policías, de los familiares, para encontrar lo más pronto posible a esos animales para aplicar la ley”, aseveró.
La niña, de nombre María Isabel, fue encontrada sin vida el pasado martes, cuando sus familiares la reportaron como desaparecida, tras haber salido de su casa un día antes con destino a casa de una vecina, como habitualmente lo hacía.