Ocho menores de edad llegaron a hospitales poblanos por lesiones de violencia familiar durante el primer mes de este año, mientras que el DIF municipal atendió tres casos de maltrato infantil a la semana durante el primer bimestre de 2023.
De acuerdo con especialistas, la violencia familiar y el abuso a menores provocan secuelas permanentes en ellos, que, de no ser tratados de manera adecuada, pueden ocasionar que se conviertan en adultos con carencias afectivas e incluso violentas.
DOS A LA SEMANA
Durante enero del 2023, ocho menores de edad llegaron a hospitales poblanos con lesiones provocadas por violencia familiar; es decir, en promedio, a la semana fueron atendidos dos niños, niñas y adolescentes.
En respuesta a una solicitud de acceso a la información a la Secretaría de Salud del estado, durante el primer mes del año fueron atendidas 64 personas por lesiones de violencia familiar, de las cuales 13% (8) tenía menos de 18 años.
Destaca que, de ellos, 75% (6) fueron mujeres y 25% (dos) hombres.
Entre los municipios con más casos se encuentran Cuetzalan, con dos casos de mujeres, y Tecamachalco, también con dos incidentes. Los otros casos se presentaron en Zacatlán, Guadalupe Victoria, Izúcar de Matamoros y Amozoc.
Las principales áreas anatómicas en donde se mostraron lesiones fueron cara, cabeza, área genital, espalda y tórax.
TRES REPORTES
En promedio, durante el primer bimestre de este año, el DIF Municipal recibió cada tercer día una denuncia ciudadana sobre posibles casos de maltrato infantil.
La mayoría de los menores fueron víctimas de abuso físico por parte de sus padres y tenían menos de 10 años.
De acuerdo con una solicitud de acceso a la información, en este periodo la dependencia municipal recibió 21 reportes de posibles casos de maltrato, los cuales incluían a 34 niños que eran víctimas de algún tipo de agresión; de estos, 15 fueron mujeres y 19 hombres.
El número de reportes se duplicó, pues en el primer bimestre del año pasado fueron reportados 11 casos que llegaron a la dependencia, de los cuales cinco fueron mujeres y seis hombres.
De los 21 casos de maltrato reportados en los primeros meses de este año, 12 fueron por agresiones tanto físicas como psicológicas, concentrando 57%; seguidos de aquellos de maltrato físico, con seis casos (28%); dos fueron de agresiones sexuales y uno por abandono del menor.
Respecto a la edad de las 15 mujeres, la mayoría tenía 11 y 12 años, pues se presentaron tres casos de cada edad; seis menores tenían entre uno y seis años; una tenía 13, otra 15 y en dos no se contó con datos.
En el caso de los hombres, de los 19 casos, la mayoría (ocho) tenía entre cero y cinco años; seguidos de aquellos entre seis y 10 años, con cuatro reportes; tres tenían entre 11 y 15 años; dos tenían 16 años: mientras que a dos no les identificaron edad.
ATENCIÓN A VICTIMAS
José Leopoldo Castro Fernández de Lara, académico del Departamento de Ciencias de la Salud de la Ibero Puebla, explicó que los menores que son víctimas de violencia presentan muchas secuelas, como trastornos de ansiedad, retraimiento, poca interacción social, problemas en el desarrollo psicomotriz e incluso problemas de conductas agresivas en la adultez.
Mencionó que, si bien existen protocolos y métodos de atención por parte de las autoridades para atender a los menores de edad que fueron víctimas de algún tipo de violencia, en su experiencia de campo sólo cinco de cada 10 casos logran superar los problemas tanto psicológicos como físicos causados por la violencia que sufrieron.
Fernández de Lara destacó que el tema de violencia contra menores es delicado y complejo. La mayoría de ocasiones, las personas (como vecinos o amigos) no saben si intervenir o no cuando tienen conocimiento de algún caso, aunado a que no tienen confianza en que las autoridades atiendan los casos de forma adecuada.