Mariana Flores
Al menos 10 reportes por bullying se tienen en Puebla a dos semanas de haber iniciado el ciclo escolar 2022-2023, los cuales son investigados y atribuidos al retorno presencial, señaló el titular de la Secretaría de Educación (SEP) estatal, Melitón Lozano Pérez.
El funcionario reconoció que en diversas denuncias también se encuentra involucrado personal administrativo de las instituciones educativas.
Hay dos casos evidenciados recientemente. Respecto al menor de seis años de edad que fue golpeado por sus compañeros, el titular de la SEP indicó que se encuentran en entrevistas con distintos padres de familia, luego de que el niño no pudo identificar a sus agresores.
En tanto, del caso del presunto abuso sexual por parte de un trabajador del área de intendencia a una estudiante del preescolar Amalucan, dado a conocer el 8 de septiembre, aseguró que se están siguiendo los protocolos legales toda vez que se suspendió a los administrativos involucrados y se presentó la denuncia penal.
Lozano Pérez consideró que es necesario evaluar e investigar el contexto de las agresiones, por lo que llamó a padres de familia y tutores a involucrarse en la convivencia escolar de sus hijos, a fin de exhortarlos al respeto entre compañeros.
Al cierre del ciclo escolar 2021-2022, la SEP estatal anunció un nuevo protocolo para evitar el hostigamiento al interior de las escuelas en los niveles, que incluyó el diálogo entre padres de familia y docentes para la promoción de la no violencia entre los menores.
Y es que antes de concluir el ciclo escolar ocurrió el caso de un trabajador de limpieza del Centro Escolar Juan N. Méndez, que supuestamente acosaba y agredía a los estudiantes, por lo que padres de familia emitieron la queja correspondiente y se llevó a cabo una sanción administrativa por parte de la SEP.
La queja fue presentada el 21 de julio pasado.
Antes, el 28 de junio, en redes sociales fue compartida una supuesta agresión sexual en el preescolar Máximo Serdán Alatriste, por parte del profesor de Educación Física identificado como Donato N, que fue acusado por al menos cinco menores, tres de ellos con problemas de lenguaje.