La reactivación de la verificación vehicular es positiva y sobre todo necesaria, puesto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1.3 millones de seres humanos mueren cada año a causa de la contaminación atmosférica urbana.
Así indicó María Eugenia Ibarrarán Viniegra, del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente de la Universidad Iberoamericana Puebla, quien consideró que no se trata de una medida recaudatoria, sino ambiental para mejorar la calidad de aire que respiramos.
Explicó que el objetivo del procedimiento es reducir las emisiones contaminantes de los vehículos, por lo que es necesario que los dueños sean responsables y cumplan con esta disposición.
Para ello –dijo– es necesario explicar a la población la finalidad de este programa, su origen y los beneficios para las personas con problemas de salud respiratorios, como asma o alergias.
Sugirió también que se hagan estudios sobre la calidad del aire y el impacto en la salud mientras se suspendió el programa, así como resultados a seis meses de la reactivación, para poder demostrar su efectividad y visibilizar su impacto.
Ibarrarán Viniegra apuntó que también deberían de utilizarse los recursos, por multas y por la emisión de los hologramas, para la dignificar el transporte público.