Álvaro Ramírez Velasco
Actualmente, el albergue de la Parroquia de la Asunción está abierto, pero sin la gente cuyo trabajo lo distingue como refugio multiayuda para los migrantes que requieren atención.
El sacerdote Gustavo Rodríguez Zárate, al frente de refugio y parroquia, indicó que se da cobijo y alimento a dos familias, siete personas en total, y “si pasa ahorita un migrante, por una o dos noches, se le acoge, si va de paso”.
Sin embargo, se ha visto en la necesidad de rechazar a grupos numerosos, por las condiciones de cupo y por la emergencia sanitaria actual.
“Nos pidió el gobierno (federal) que recibiéramos de 30 a 80, y le dijimos que no podíamos”.
En el pasado, el albergue ha recibido a cientos de transmigrantes: todos los que caben en las colchonetas que se extienden en el local; reciben comida recién hecha, ropa, mochilas, medicina.
Pero eso fue posible con la suma de pares de manos voluntarias en la atención a los viajantes. El coronavirus tiene alejados a todos ahora mismo.
“En Puebla no se puede ayudar ahora porque estamos en la ciudad más contaminada, contagiada, y económicamente no tenemos (recursos); y los albergues en Puebla sólo son anexos a templo y los templos están cerrados y no tenemos voluntarios ni apoyo, ahorita”, concluyó el sacerdote.