A cientos de familias en Puebla, la noticia les golpeó el corazón y han estado pegadas a redes sociales, al teléfono con familiares y al número 00 + 961 + 1 +03-044-598, embajada de México en Líbano, donde se concentra la información de personas afectadas por la explosión.
La explicación de pirotecnia, de químicos en una bodega, no satisface a miles. El puerto de Beirut ha sido blanco, hace demasiado, para tener una sola teoría de cómo ocurrió esto.
La guerra civil en Líbano (1975-1990), la posguerra, Hezbolá y los israelíes son demasiada carga para un pueblo trabajador, estoico, creativo, que no ha perdido la fe.
Es la peor de las tragedias en los años recientes. Desde el año pasado, la población libanesa en su tierra enfrenta una crisis excepcional porque los conflictos esclerosaron la economía y las manifestaciones de inconformidad de los ciudadanos surgieron, al hilo, contra los intentos de recortes a pensiones, salarios.
Y, en medio de la pandemia, la explosión.