¿Qué les dijeron los asesores de alto nivel a los futbolistas alemanes? ¿Que si se rocían la saliva a la cara, a gritos de victoria o de furia, se inmunizan en rebaño?
Ayer, en la banca, los jugadores con cubrebocas, bien separados.
En la cancha, como siempre, pegados cara a cara.
Exhalando el alarido… y el rocío de salivazo.
Y un coach con el tic de llevarse los dedos a la nariz. Movimiento involuntario, pero contaminante al fin.
Abajo de estas líneas, escenas de una manifestación en que vecinos en Minneápolis, EU, reclaman la vida de George, un afroamericano a quien un policía asfixió presionándole el cuello contra el pavimento. Era un arresto por posible fraude, delito no violento.