Rusia se catapultó al cielo con luces y ayer le gritó al mundo lo que lleva 75 años peleando sin armamento contra el cine de Hollywood: que sus 24 millones de combatientes y civiles muertos e incontables damnificados aportaron el mayor esfuerzo –completado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China– para derrotar al ejército alemán con años de resistencia al frío, al hambre y la miseria para ganar la Segunda Guerra Mundial.
En el desfile militar, los tonos de piel de los contingentes revelaron la procedencia de los descendientes de aquellos guerreros: uzbekos, bielorrusos, kazajos…, ahora ciudadanos de repúblicas independientes.
Abajo, el muralista guatemalteco Kevin Pérez y su homenaje al personal médico que pelea contra COVID-19, y el contraste del invierno de Chile y el verano en Miami Beach, Florida, donde repunta el contagio pero aún hay cupo en hospitales.