El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió este sábado que mañana domingo comenzará una operación exprés de deportación de ciudadanos haitianos después de que en los últimos días llegaran por miles y miles al paso fronterizo que conecta la pequeña Del Río, en Texas, con Ciudad Acuña, Coahuila, México.
Según datos del diario The New York Times, hasta 14 mil haitianos se agolpan en el puente internacional entre los dos países después de cruzar desde México en apenas los últimos cinco días, desde el martes.
Ante esta situación, el viernes la Patrulla Fronteriza de EU (CBP) anunció que cerraría temporalmente el paso fronterizo y redirigiría todo el tráfico habitual al llamado Eagle Pass, que conecta Piedras Negras, Coahuila, con Las Quintas Fronterizas, Texas, situado unos 89 kilómetros al sureste.
La CBP también cerró un segundo puente fronterizo, llamado Presa la Amistad, situado 20 kilómetros al noroeste de Del Río.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría en Del Río, donde solo unos pocos alcanzaron a tener la fortuna de poder entrar en Estados Unidos para esperar allí su proceso de petición de asilo.
La mayoría quedó varada acampando bajo el puente internacional, y será esta mayoría la que comience a ser deportada este mismo domingo.
Una voluntaria que pidió el anonimato de la Coalición Humanitaria Fronteriza de Val Verde, la única organización de la zona que ayuda a los migrantes en situación irregular, explicó a la agencia Efe que la noticia ha sentado «como una bofetada» entre los haitianos.
«Los que ya han logrado cruzar respiran tranquilos, pero se sienten mal por los compatriotas que están aún bajo el puente», apuntó esta voluntaria, mientras asesoraba a algunos de los haitianos en la estación local de autobuses.
Por su parte, la directora de campaña de la organización We Are Home, Bridgette Gomez, explicó a Efe que el regreso a Haití para estos migrantes en estos momentos es «inconcebible», porque el país «está experimentando una crisis política y una violencia creciente». (AGENCIA EFE)